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La nueva selectividad será más flexible

La prueba de acceso a la Universidad estará más enfocada a la carrera preferida por el alumno.

La prueba de acceso a la Universidad estará más enfocada a la carrera preferida por el alumno. Tendrá una parte optativa, tipo test, para subir nota y examen oral de inglés.

La nueva selectividad será más flexible, más especializada y estará enfocada a la carrera que se quiera cursar. Dará la oportunidad a los alumnos de subir nota en cualquier momento, de optar por una carrera en la que no habían pensado al escoger la rama de bachillerato e incorporará una prueba oral de inglés o del idioma extranjero que escoja el estudiante. En lugar de una prueba formada por cinco exámenes obligatorios de los que se hace una media (más un sexto en las autonomías con dos lenguas oficiales), el nuevo sistema de acceso a la Universidad constará de dos partes. La primera será general, formada por cuatro exámenes obligatorios, uno menos que ahora. Y la segunda, la específica, será voluntaria, tipo test, para los estudiantes que necesiten subir nota para acceder a la carrera deseada.

Además, se baraja que las universidades puedan decidir aumentar hasta medio punto la ponderación de la nota de alguna materia que sea muy relevante para alguna de sus carreras (como matemáticas, dibujo técnico o anatomía aplicada). Esto supondría presumiblemente que, aparte de la calificación final, el alumno que tuviera una nota alta en una materia relacionada con la carrera que le gusta pudiera tener una segunda calificación para acceder a determinados centros.

La prueba oral de idioma extranjero, que se viene barajando desde hace años, es una de las novedades, pero no empezaría a implantarse hasta dentro de unos cinco años. Además, cada examen no podrá durar más de hora y media. Ahora se llega a las tres horas, por ejemplo, en el comentario de texto.

En este proyecto, la flexibilidad aumenta notablemente. En cada uno de los exámenes de la parte general, los estudiantes podrán elegir de antemano (cuando hagan la solicitud de inscripción en la selectividad) tanto la asignatura común como la de modalidad de la que quieren examinarse. Ahora tienen obligación de examinarse de una materia común (que pueden elegir), de dos asignaturas concretas de modalidad relacionadas con la especialidad que escogieron al principio del bachillerato y de otra tercera, que deciden los alumnos. Con esta reforma se aumenta la capacidad de elegir. Hasta el punto que, una vez en el examen, podrán optar entre dos ejercicios diferentes en las pruebas de todas las materias. En el comentario de texto podrán escoger, por ejemplo, entre un escrito más informativo o divulgativo u otro más científico o especializado. Otro de los objetivos de esta reforma es que los estudiantes puedan cambiar de opinión en el último momento, a lo largo de su carrera o de su vida, para reciclarse y volver a cursar otros estudios. Gobierno, comunidades y universidades buscan así más movilidad.

La parte general tendrá una validez indefinida pero la nota final se podrá variar presentándose cuantas veces se desee a cualquier materia de modalidad, se haya cursado o no durante el bachillerato. Esto permitiría que, por ejemplo, un estudiante que quiera acceder a Arquitectura, pero haya cursado la modalidad de Ciencias y Tecnología (que no incluye dibujo técnico) pueda estudiarse la materia y optar a estos estudios.

Sin embargo, la parte específica tendrá una validez de dos cursos después de realizarse, para garantizar la actualización de los conocimientos de los estudiantes que accedan.


Fuente: Reportaje de ElPais

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